Lotófagos enloquecidos

LOTÓFAGA porque comen loto. Las flores de loto, segun lo que dice Homero en la Odisea, al comer lotus, olvidas todo, lo malo, lo bueno, menos la sensacion de felicidad, eso es eterno mientras las comes. Funciona como un alucinogeno, y vives feliz. Y a la vez estas enloquecido con tanta felicidad. Es un sueño, un lindo sueño el ser lotofaga...

lunes, noviembre 21

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TARDES DE LLUVIA INTENSA QUE NO DEJAN DE SER SECAS...
Allá fuera llueve sin parar, parece que la tristeza se apodera de la vida, de la gente, de los árboles, del caminar apresurado de la oficina a las casas.
Nadie se detiene a mirar hacia el cielo y preguntar porque es que este llora sin cesar, porque toda la tristeza en su interior es capaz de contagiar también a la gente, a la naturaleza, a la tierra en su totalidad.
Y es entonces cuando me pregunto porque es que me cuelo en estos pensamientos, y porque es que me cuestiono todo cuanto me asecha, debe ser porque me gustan los problemas, me gusta tenerlos, pero a la vez me hacen mal y me deprimen.
Me deprime el saber que quizá no pueda hacer nada, o quizás mucho por el cielo, o por quien sea, no puedo detener el correr del curso normal de las problemáticas diarias, de los murmullos, de esta vida llena de días nublados y lluviosos con soles que a pesar de intentarlo no logran dar calor a una sociedad grisácea, una sociedad que al igual que la cuidad se deprime con los colores favoritos. El gris, negro, mas gris, un poco de blanco sucio, enmohecido...
Como cambiar el movimiento acelerado del mundo en que vivo y del cual solo lo material nos parece apetecible para saciar nuestras ansias de encontrarlo todo... un todo que supone la felicidad, un todo que olvidó que no es posible llenar un hueco con vacío, con ese vacío inalterable que es parte de la superficialidad.

domingo, noviembre 6

Por cobardía

Siempre es la ultima vez
Eso se dice
Ahora estoy bien, pero que habrá sido de ella.
No lo sé, nunca mas supe de ella luego del accidente
No me dejaron verla
Pensaron que fue mi culpa.
Que raro se siente uno cuando comienza a ser la víctima de sí mismo.
Solo sabes enfadarte con tus amigos cuando lo hacen, cuando te cuentan lo malos que fueron, lo crueles que fueron, y piensas en lo terrible que es hacer eso, no entiendes como llegan a ello, solo piensas en como hacer que dejen de hacerlo, pero llega el momento en el cual nisiquiera sabes por que lo haces, porque te encierras en tu cuarto, porque buscas algo punzante, porque te desesperas al no encontrarlo. Te enfadas mas aun con el mundo y contigo mismo, no sabes porque ahora quieres una aguja, pero la buscas desesperado de todos modos. La encuentras, buscas el encendedor, lo enciendes y pones la aguja, ves como se va poniendo negra, y luego un poco roja, la vas a poner en tu muñeca, pero t frenas, te da miedo.
La vuelves a calentar, y esta vez la pones en la muñeca, no basta con esta vez lo haces de nuevo. El solo escuchar como el calor de la aguja hace que tu fría piel grite de horror te pone en éxtasis, lo quieres repetir.
No sabes porque lo haces o quizás si lo sabes, solo lo haces sin pensar. Ignoras como quedara la quemadura, solo quieres sentir el dolor, el chasquido de nuevo.
Ves tu piel como muerta, ya blanca en la ranura que dejaste en ella que te excita mirarla.
Siempre esa maldita fijación por la muerte y lo que te la recuerde. Estas verdaderamente loco Benjamin, pero no te importa.
Tratas de hacer un triángulo pequeño pero no resulta. Estas enojado con tu cobardía y con la vida, no eres capaz de hacerlo de nuevo, pero lo haces igual.
Al dia siguiente te arrepientes, pero es mas fuerte esa catarsis que lograste, eso te alivia el dolor que de seguro no se calmara en varios días.
La vergüenza de que la vean es mas fuerte, la tapas con un brazalete de tela, pero esta te aprieta demasiado, te la quitas a ratos.
Ahora duermes, y yo me lamento lo mal que estas por mi, por que encontré otra persona y empiezo a vivir sin ti.